Gonzalo Báez-Camargo

(1899-1983)

Semblanza bio-bibliográfica

 

 

Don Gonzalo Báez-Camargo nació en Oaxaca en 1899 y falleció en la ciudad de México en 1983.[1] Su edu­cación formal la recibió en la primaria Benito Juárez en la ciudad de Oaxaca de 1904 a 1910; en el Instituto Meto­dista Me­xicano (hoy Instituto Mexicano Madero) de 1911 a 1917 en la ciudad de Puebla; en la Escuela Nor­mal del es­tado de Puebla en 1915; en el Seminario Evan­gélico Unido de la ciudad de México de 1918 a 1921; y en la Es­cuela de Altos Estudios, hoy Facultad de Filoso­fía y Letras de la Universi­dad Nacional Autónoma de México en 1918.

 

         De 1915 a 1916 interrumpió sus estudios debido a las cir­cunstancias que la Revolución mexicana trajo consigo, en­listándose en la brigada Zaragoza, segunda división de Oriente del ejército Constitucionalista al mando del gene­ral Venustiano Carranza. Tiempo después, y habiendo es­tado a punto de morir en batalla, regresa a la vida civil con el fin de continuar su educación formal. Las áreas básicas en las que trabajó a lo largo de su vida fue­ron la educación, el periodismo, el trabajo editorial y la traducción de lenguas bíblicas. Como es fácil de advertir en su obra es­crita, gran parte de ella tiene fines pedagógicos y reflejan al maestro y al investigador que siempre fue.

 

         Su trabajo como periodista, tanto en medios seculares como eclesiásticos, tiene una larga historia. De 1928 a 1929 fue editorialista del periódico La Opinión de Pue­bla; y en el conflictivo año de 1929 inició sus colabora­ciones en el en­tonces prestigiado periódico Excélsior de la ciudad de Mé­xico, utilizando el seudónimo de Pierre Gringoire (per­sonaje de la novela de Víctor Hugo Nues­tra señora de Pa­rís). En este diario de circulación nacio­nal Báez-Camar­go publicó varias columnas, la más cono­cida fue “El pulso de los tiem­pos”, que mantuvo por más de cuarenta años y que le dio reconocimiento en el ám­bito periodístico.

 

         Colaboró también en varias publicacio­nes con circula­ción nacional e internacional: de 1941 a 1964 fue corres­ponsal de la revista The Christian Century (USA), y de 1958 a 1960 fue jefe de redacción del periódico El He­raldo de México. Durante diversas épocas colaboró tam­bién en publicaciones como La Nueva Demo­cracia (USA), Nueva Senda (USA), World Dominion (In­gla­terra), La Re­vista Evangélica (Chile), Alborada (Puebla), Guirnalda (Puebla); así como en pu­blicaciones de la ciudad de Mé­xico como El Abogado Cristiano, El Mundo Cris­tiano, El Evangelista Mexicano, El Faro, Libertad, Ferro­nales, Rumbo, Cuadernos Ame­ricanos, Eusko-Deya, Abside, Fo-ro Internacional, Histo­ria Mexicana, Tribuna Israe­lita, Horizontes y Ger­minal. Fue fundador de la revista Lumi­nar, que se publicó de 1937 a 1951 y de la cual apare­cieron 37 números. En ella colaboraron escritores de re­nombre nacio­nal e interna­cional, como Emmanuel Mounier, Eze­quiel A. Chá­vez, Francisco Romero, Denis de Rougemont, Alberto Rem­bao, Luis Alberto Sán­chez, Jacques Maritain, Juan David García Bacca, María Zam­brano, José Gaos y Antonio Caso, entre muchos otros.

 

         Su trabajo docente incluyó la cátedra en instituciones como el Seminario Evangélico Unido, en el que enseñó li­te­ratura y periodismo (1947-1961), y lengua hebrea (1962-1968); la Comunidad Teológica de México, donde dio cur­sos de lengua hebrea (1968-1971); la escuela de perio­dismo Carlos Septién García (1971); así como la Universidad Ibe­roamericana, donde impartió el curso “Cervantes y el Qui­jote” (1965-1968, 1972-1973).

 

         En 1929 fue presidente del famoso congreso protes­tante de la Habana, Cuba, y autor del informe final que se pu­blicó con el título Hacia la renovación religiosa en His­pano-Amé­rica (México, CUPSA, 1930). En ese mismo año fue nom­brado secretario ejecutivo del Concilio Na­cional de Iglesias Evangélicas de la República Mexicana. Un año después fue director de la Casa Unida de Publica­ciones (1931-1946) y presidente de la Cámara Mexicana del Li­bro en 1944.

 

         Por su trabajo como escritor, Báez-Camargo recibió di­versas distinciones. Algunas de ellas fueron: pri­mer pre­mio, medalla de oro en poesía popular “¿Noche güena la di’ora?”, Junta de Navidad, Querétaro, Qro., 1923; men­ción honorífica, poesía popular “Pérate que tri­lle”, Gran Feria Comercial de Puebla, 1926; segundo lu­gar, Premio Nacional de Periodismo, 1935; medalla de plata, otorgada por el go­bierno de la República francesa a proposición del Ministro del Interior “por señalados ser­vicios prestados a Francia”, 22 de febrero de 1947; me­da­lla Carlos Ma. de Bustamante, otor­gada por el Club de Pe­riodistas de Mé­xico, A.C., por más de 25 años en el perio­dismo, enero de 1968; título de Comen­dador de la Orden de la Liberación de España, otorgada por el go­bierno de la república espa­ñola en el exilio, 14 de octu­bre de 1967, y entregado por la embajada de España en México el 28 de marzo de 1968. Obtuvo el título de doctor en humanida­des, Honoris causa, por la Universi­dad de San Pablo, Ja­pón, 1958, y por el Instituto Interna­cional de Es­tudios Su­periores, Ciu­dad de Mé­xico, en junio de 1972.

 

         Por muchos años y hasta el final de su vida, Báez-Camargo fue miembro del cuerpo de traductores de la So­cie­dad Bíblica de México. Reconocido como un políglota y biblista distinguido, colaboró en la traducción de la ver­sión popular de la Biblia conocida con el subtítulo Dios habla hoy. En esta misma línea de trabajo participó con varios grupos de traductores de otras importantes versio­nes de la Biblia publicadas al español.

 

         Por su obra escrita y reconocido prestigio, Gonzalo Báez-Camargo fue hecho miembro de la Academia Na­cional de Historia y Geografía y de la Academia Mexi­cana de la Lengua. A esta última ingresó en 1981 ocu­pando la silla que dejara vacía el escri­tor Salvador Novo. Su trabajo de ingreso a la aca­demia fue sobre “El concepto de la mujer y el amor en don Qui­jote".[2]

 

         La producción bibliográfica y periodística de Gonzalo Báez-Camargo fue muy extensa; sus ensayos y artículos se pueden contar por miles. Tan sólo en el periódico Ex­cél­sior Báez-Camargo escribió durante más de 50 años, cola­bora­ción que mantuvo fielmente hasta unas semanas antes de su muerte. Muchos de sus libros, ensayos y artí­culos periodísti­cos fueron firmados con su seudónimo más im­portante: Pe­dro Gringoire.

 

         Entre sus obras publicadas se encuentran:

 

1919 Improntas bíblicas, Guanajuato, Imprenta La Salud.

1930 Hacia la renovación religiosa en Hispano-América, México, Casa Unida de Publicaciones.

1933 Principios y métodos de la educación cristiana, Mé­xico, Comité Regional de Educación Religiosa para la América Latina.

1934 La verdad y los errores del marxismo, México, Edi­ciones Alba.

1935 En colaboración con Kenneth G. Grubb, Religion in the re­pu­blic of Mexico, New York, World Dominion Press.

1938 Martín Niemoeller: El hombre que se enfrentó a Hi­tler, México, Ediciones Alba.

1942 La superstición de la sangre Aria, México, Edicio­nes Luminar.

1943 (Varios autores) Bases cristianas del orden mun­dial, Buenos Aires, La Aurora.

1944 Baltasar Gracián y Morales, México, Secretaría de Educación Pública.

1945 El artista y otros poemas, Buenos Aires, La Au­rora.

1945 El protestantismo en Iberoamérica, México, Casa Unida de Publicaciones.

1946 Un prefacio a la educación para la libertad, Mé­xico, Ediciones Luminar.

1948 Índice general anotado de literatura evangélica, México, Comité de Literatura Cristiana del Comité de Cooperación en América Latina.

1949 La educación cristiana frente al mundo actual, New York, Concilio Mundial de Educación.

1949 El oasis (drama de navidad), México, Casa Unida de Publicaciones.

1950 Las manos de Cristo, México, Casa Unida de Pu­bli­caciones.

1953 El reto de Juan Wesley a los metodistas de hoy, Mé­xico, Casa Unida de Publicaciones.

1953 Biografía de un templo, México, Ediciones Lumi­nar.

1954 Tres poemas, México, Ediciones Luminar.

1958 El pensamiento hebreo del siglo VIII a.C., México, Ediciones Luminar.

1960 El comunismo, el cristianismo y los cristianos, Mé­xico, Casa Unida de Publicaciones.

1960 La nota evangélica en la poesía hispanoamericana, México, Ediciones Luminar.

1960 Protestantes enjuiciados por la inquisición en Ibe­roamérica, México, Casa Unida de Publicaciones.

1962 Genio y espíritu del metodismo wesleyano, México, Casa Unida de Publicaciones.

1964 (Varios autores) Los protestantes y el Segundo Con­cilio Vaticano, México, Casa Unida de Publica­cio­nes.

1967 Galería de retratos literarios, México, Trillas.

1970 ¡Por Cataluña! México, Ediciones Orfeo Catalá.

1971 Voces perdurables de nuestro tiempo, México, Casa Unida de Publicaciones.

1971 Para que el mundo crea, México, Costa-Amic.

1971 Oda clásica a la primavera, México, Finisterre.

1971 Pérate que trille, y otros poemas populares, Mé­xico, Costa-Amic.

1971 URSS: Cárcel del pensamiento, México, Colección Testimonio.

1973 La cruz, símbolo cristiano universal, México, Ediciones Luminar.

1973 El “don de lenguas” en el Nuevo Testamento, Mé­xico, Ediciones Luminar.

1974 Semblanza biobibliográfica de Gonzalo Báez-Ca­mar­go (Pedro Gringoire). Sus sesenta años de es­critor, 1913-1973, México, Costa-Amic.

1975 Breve historia del texto bíblico, México, Luminar.

1978 El Doctor Mora. Impulsor nacional de la causa bí­blica en México, México, Sociedades Bíblicas en América Latina.

1978 Repertorio de disparates, México, Costa-Amic.

1979 Breve historia del canon bíblico, México, Ediciones Luminar.

1979 Marxismo ¿ciencia pura o ciencia-ficción?, Mé­xico, Jus.

1979 Los rollos del Qumran, México, Edaméx.

1979 Comentario arqueológico de la Biblia, Miami, Ca­ribe.

1980 La arqueología bíblica después de 30 Años (1948-1978), México, Ediciones Luminar.

1981 Israel: Tierra y pueblo de la Biblia, México, Tri­buna Israelita.

1981 El concepto de la mujer y del amor en don Quijote, México, Ediciones Luminar.

1983 Palestina y los palestinos, México, Instituto Cultu­ral Mexicano Israelí.

 

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Algunos de los fundadores del Cenpromex fueron alumnos de don Gonzalo durante los últimos años de su vida; y conociendo su manera de pensar, estamos seguros que si viviera se habría sumado a este proyecto llegando a ser su más entusiasta promotor.

 

         A 22 años de que durmió en el Señor, le recordamos con afecto.

 

 

 

 



[1] Véase la Enciclopedia de Mé­xico, Mé­xi­co, Enciclopedias de México/Secretaría de Educación Pú­blica, 1987; Dic­cionario Porrúa (historia, biografía y geografía de México), México, Po­rrúa, 1986; Jesús Silva Herzog, Biografías de amigos y conocidos, México, Cuader­nos Americanos, 1980.

[2] Publicado posteriormente con el mismo título: El concepto de la mujer y del amor en don Quijote, México, Ediciones Luminar, 1981.